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De: ismael yebra sotillo <ismaelyebra@hotmail.es>
Título: FW: [Fwd: FW: RV: Eduardo Galeano: me cai del mundo y no se por donde se entra]
Fecha: Sun, 12 Sep 2010 14:13:24 +0200
Para: ANDREU SERRA <andreu@bufetsis.com>, "anteo@telefonica.net" <anteo@telefonica.net>, MANOLO DÍAZ SALAZAR <md.salazar@hotmail.com>, PEPE ROJO <detrabajo2002@yahoo.es>, <ummo@hispavista.com>
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From: fsagrerav@hotmail.com
To: taticer@hotmail.com
Subject: FW: [Fwd: FW: RV: Eduardo Galeano: me cai del mundo y no se por donde se entra]
Date: Sun, 12 Sep 2010 08:07:18 +0000


 
> Date: Sat, 11 Sep 2010 14:36:00 +0200
> Subject: [Fwd: FW: RV: Eduardo Galeano: me cai del mundo y no se por donde se entra]
> From: rafaeldgp@arquitectosdecadiz.com
> To:
>
> ---------------------------- Mensaje original ----------------------------
> Asunto: FW: RV: Eduardo Galeano: me cai del mundo y no se por donde se entra
>
>
> Me caí del mundo y no sé por donde se entra. (Para mayores de 30)
>
> Eduardo Galeano, periodista y escritor uruguayo
>
> Lo que me pasa es que no consigo andar por el mundo tirando cosas y
> cambiándolas por el modelo siguiente sólo porque a alguien se le
> ocurre agregarle una función o achicarlo un poco..
>
> No hace tanto, con mi mujer, lavábamos los pañales de los críos, los
> colgábamos en la cuerda junto a otra ropita, los planchábamos, los
> doblábamos y los preparábamos para que los volvieran a ensuciar.
>
> Y ellos, nuestros nenes, apenas crecieron y tuvieron sus propios hijos
> se encargaron de tirar todo por la borda, incluyendo los pañales.
>
> ¡Se entregaron inescrupulosamente a los desechables! Si, ya lo sé. A
> nuestra generación siempre le costó botar. ¡Ni los desechos nos
> resultaron muy desechables! Y así anduvimos por las calles guardando
> los mocos en el pañuelo de tela del bolsillo.
>
> ¡¡¡Nooo!!! Yo no digo que eso era mejor. Lo que digo es que en algún
> momento me distraje, me caí del mundo y ahora no sé por dónde se entra.
> Lo más probable es que lo de ahora esté bien, eso no lo discuto. Lo que
> pasa es que no consigo cambiar el equipo de música una vez por año, el
> celular cada tres meses o el monitor de la computadora todas las
> navidades.
>
> ¡Guardo los vasos desechables!
>
> ¡Lavo los guantes de látex que eran para usar una sola vez!
>
> ¡Los cubiertos de plástico conviven con los de acero inoxidable en el
> cajón de los cubiertos!
>
> Es que vengo de un tiempo en el que las cosas se compraban para toda la
> vida!
>
> ¡Es más!
> ¡Se compraban para la vida de los que venían después!
> La gente heredaba relojes de pared, juegos de copas, vajillas y hasta
> palanganas de loza.
> Y resulta que en nuestro no tan largo matrimonio, hemos tenido más
> cocinas que las que había en todo el barrio en mi infancia y hemos
> cambiado de refrigerador tres veces.
>
> ¡¡Nos están fastidiando! ! ¡¡Yo los descubrí!! ¡¡Lo hacen adrede!! Todo
> se rompe, se gasta, se oxida, se quiebra o se consume al poco tiempo
> para que tengamos que cambiarlo. Nada se repara. Lo obsoleto es de
> fábrica.
>
> ¿Dónde están los zapateros arreglando las media-suelas de los tenis Nike?
> ¿Alguien ha visto a algún colchonero escardando colchones casa por casa?
> ¿Quién arregla los cuchillos eléctricos? ¿El afilador o el electricista?
> ¿Habrá teflón para los hojalateros o asientos de aviones para los
> talabarteros?
> Todo se tira, todo se desecha y, mientras tanto, producimos más y más y
> más basura.
>
> El otro día leí que se produjo más basura en los últimos 40 años que en
> toda la historia de la humanidad.
> El que tenga menos de 30 años no va a creer esto: ¡¡Cuando yo era niño
> por mi casa no pasaba el que recogía la basura!!
> ¡¡Lo juro!! ¡Y tengo menos de.. años!
> Todos los desechos eran orgánicos e iban a parar al gallinero, a los
> patos o a los conejos (y no estoy hablando del siglo XVII)
>
> No existía el plástico ni el nylon. La goma sólo la veíamos en las
> ruedas de los autos y las que no estaban rodando las quemábamos en la
> Fiesta de San Juan.
> Los pocos desechos que no se comían los animales, servían de abono o se
> quemaban. De 'por ahí' vengo yo. Y no es que haya sido mejor.. Es que
> no es fácil para un pobre tipo al que lo educaron con el 'guarde y
> guarde que alguna vez puede servir para algo', pasarse al 'compre y
> bote que ya se viene el modelo nuevo'.Hay que cambiar el auto cada 3
> años como máximo, porque si no, eres un arruinado. Así el coche que
> tenés esté en buen estado . Y hay que vivir endeudado eternamente para
> pagar el nuevo!!!! Pero por Dios.
>
> Mi cabeza no resiste tanto.
>
> Ahora mis parientes y los hijos de mis amigos no sólo cambian de
> celular una vez por semana, sino que, además, cambian el número, la
> dirección electrónica y hasta la dirección real.
>
> Y a mí me prepararon para vivir con el mismo número, la misma mujer, la
> misma casa y el mismo nombre (y vaya si era un nombre como para
> cambiarlo) Me educaron para guardar todo. ¡¡¡Toooodo!!! Lo que servía y
> lo que no. Porque algún día las cosas podían volver a servir. Le
> dábamos crédito a todo.
>
> Si, ya lo sé, tuvimos un gran problema: nunca nos explicaron qué cosas
> nos podían servir y qué cosas no. Y en el afán de guardar (porque
> éramos de hacer caso) guardamos hasta el ombligo de nuestro primer
> hijo, el diente del segundo, las carpetas del jardín de infantes y no
> sé cómo no guardamos la primera caquita. ¿Cómo quieren que entienda a
> esa gente que se desprende de su celular a los pocos meses de
> comprarlo?
>
> ¿Será que cuando las cosas se consiguen fácilmente, no se valoran y se
> vuelven desechables con la misma facilidad con la que se consiguieron?
>
> En casa teníamos un mueble con cuatro cajones. El primer cajón era para
> los manteles y los repasadores, el segundo para los cubiertos y el
> tercero y el cuarto para todo lo que no fuera mantel ni cubierto. Y
> guardábamos.. . ¡¡Cómo guardábamos!! ¡¡Tooooodo lo guardábamos!!
> ¡¡Guardábamos las tapas de los refrescos!! ¡¿Cómo para qué?! Hacíamos
> limpia-calzados para poner delante de la puerta para quitarnos el
> barro. Dobladas y enganchadas a una piola se convertían en cortinas
> para los bares. Al terminar las clases le sacábamos el corcho, las
> martillábamos y las clavábamos en una tablita para hacer los
> instrumentos para la fiesta de fin de año de la escuela. ¡Tooodo
> guardábamos!
>
> Cuando el mundo se exprimía el cerebro para inventar encendedores que
> se tiraban al terminar su ciclo, inventábamos la recarga de los
> encendedores descartables. Y las Gillette -hasta partidas a la mitad-
> se convertían en sacapuntas por todo el ciclo escolar. Y nuestros
> cajones guardaban las llavecitas de las latas de sardinas o del
> corned-beef, por las dudas que alguna lata viniera sin su llave. ¡Y las
> pilas! Las pilas de las primeras Spica pasaban del congelador al techo
> de la casa. Porque no sabíamos bien si había que darles calor o frío
> para que vivieran un poco más. No nos resignábamos a que se terminara
> su vida útil, no podíamos creer que algo viviera menos que un jazmín.
>
> Las cosas no eran desechables. Eran guardables. ¡¡¡Los diarios!!!
> Servían para todo: para hacer plantillas para las botas de goma, para
> pone r en el piso los días de lluvia y por sobre todas las cosas para
> envolver. ¡¡¡Las veces que nos enterábamos de algún resultado leyendo
> el diario pegado al trozo de carne!!!
>
> Y guardábamos el papel plateado de los chocolates y de los cigarros
> para hacer guías de pinitos de navidad y las páginas del almanaque para
> hacer cuadros y los goteros de las medicinas por si algún medicamento
> no traía el cuentagotas y los fósforos usados porque podíamos prender
> una hornalla de la Volcán desde la otra que estaba prendida y las cajas
> de zapatos que se convirtieron en los primeros álbumes de fotos y los
> mazos de naipes se reutilizaban aunque faltara alguna, con la
> inscripción a mano en una sota de espada que decía 'éste es un 4 de
> bastos'.
>
> Los cajones guardaban pedazos izquierdos de pinzas de ropa y el
> ganchito de metal. Al tiempo albergaban sólo pedazos derechos que
> esperaban a su otra mitad para convertirse otra vez en una pinza
> completa.
>
> Yo sé lo que nos pasaba: nos costaba mucho declarar la muerte de
> nuestros objetos. Así como hoy las nuevas generaciones deciden
> 'matarlos' apenas aparentan dejar de servir, aquellos tiempos eran de
> no declarar muerto a nada: ¡¡¡ni a Walt Disney!!!
>
> Y cuando nos vendieron helados en copitas cuya tapa se convertía en
> base y nos dijeron: 'Cómase el helado y después tire la copita',
> nosotros dijimos que sí, pero, ¡¡¡minga que la íbamos a tirar!!! Las
> pusimos a vivir en el estante de los vasos y de las copas. Las latas de
> arvejas y de duraznos se volvieron macetas y hasta teléfonos. Las
> primeras botellas de plástico se transformaron en adornos de dudosa
> belleza. Las hueveras se convirtieron en depósitos de acuarelas, las
> tapas de botellones en ceniceros, las primeras latas de cerveza en
> portalápices y los corchos esperaron encontrarse con una botella.
>
> Y me muerdo para no hacer un paralelo entre los valores que se desechan
> y los que preservábamos. ¡¡¡Ah!!! ¡¡¡No lo voy a hacer!!! Me muero por
> decir que hoy no sólo los electrodomésticos son desechables; que
> también el matrimonio y hasta la amistad son descartables.
>
> Pero no cometeré la imprudencia de comparar objetos con personas. Me
> muerdo para no hablar de la identidad que se va perdiendo, de la
> memoria colectiva que se va tirando, del pasado efímero. No lo voy a
> hacer. No voy a mezclar los temas, no voy a decir que a lo perenne lo
> han vuelto caduco y a lo caduco lo hicieron perenne. No voy a decir que
> a los ancianos se les declara la muerte apenas empiezan a fallar en sus
> funciones, que los cónyuges se cambian por modelos más nuevos, que a
> las personas que les falta alguna función se les discrimina o que
> valoran más a los lindos, con brillo, pegatina en el cabello y glamour.
>
> Esto sólo es una crónica que habla de pañales y de celulares. De lo
> contrario, si mezcláramos las cosas, tendría que plantearme seriamente
> entregar a la 'bruja' como parte de pago de una señora con menos
> kilómetros y alguna función nueva. Pero yo soy lento para transitar
> este mundo de la reposición y corro el riesgo de que la 'bruja' me gane
> de mano y sea yo el entregado.
>
> Eduardo Galeano
>
>
>
>
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>
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>
>
>
>
>

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(14Kbytes)

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